Cuáles son los principios de Vita
Vita es un sistema innovador que, a través de la creación de grupos de pares (peer groups), busca transformar las interacciones humanas en un ambiente de confianza y respeto, desarrollando conexiones profundas y una sabiduría colectiva.
Para lograrlo, las reuniones de Vita se sostienen sobre 10 principios que guían su funcionamiento, asegurando el éxito del sistema y enriqueciendo las vidas personales, profesionales y sociales de quienes se comprometen con esta iniciativa.
La importancia de los principios Vita y su impacto en el desarrollo personal
En el corazón del sistema Vita se encuentran 10 principios que guían su funcionamiento y su impacto en la vida de los participantes:
Seguridad
Compromiso
Comunicación empática
Liderazgo
Orden
Generosidad
Diversidad
Cocreación
Mejora continua
Disfrute.
Estos principios sustentan la estructura del grupo y reflejan valores universales aplicables a todas las facetas de la vida. Desde la seguridad y el compromiso hasta la generosidad y el disfrute, cada principio ofrece una perspectiva única sobre cómo interactuamos con los demás y cómo enfrentamos nuestros desafíos.
Al adoptarlos, los participantes de Vita no solo contribuyen al éxito del grupo, sino que también enriquecen sus propias vidas al incorporar estas valiosas lecciones en sus experiencias diarias.
En Vita los principios son esenciales porque proporcionan la base para la colaboración efectiva y el desarrollo personal. Sin ellos, Vita sería imposible o su resultado sería mucho menos enriquecedor. Por eso y para que el sistema funcione de manera óptima y podamos aprovechar al máximo sus beneficios, todos los participantes deben respetar y mantener los principios que lo sustentan.
Estos principios no existen de forma aislada, están interconectados y se complementan. La verdadera potencia de Vita está en su combinación e interacción.
A continuación, exploramos en detalle cada principio y su importancia dentro del sistema Vita.
Seguridad
La seguridad en Vita es un principio clave porque representa la creación de un entorno donde cada participante se sienta protegido para expresar sus pensamientos y emociones sin temor al juicio o la crítica. Es el fundamento sobre el cual se construye la confianza mutua.
En un grupo Vita se establece un pacto de confidencialidad que garantiza a los participantes que todo lo compartido permanecerá dentro del grupo. Esto permite que se hable con franqueza sobre las experiencias y los desafíos personales.
Es esencial para fomentar la confianza y la participación genuina. Sin ella, los miembros del grupo pueden retener sus verdaderos pensamientos y sentimientos, y limitar así el potencial de crecimiento y colaboración.
Compromiso
Los compromisos actúan como sellos que refuerzan los acuerdos y aportan un profundo sentido de seguridad al grupo.
Se siente como una responsabilidad compartida y un deseo sincero de ver al grupo prosperar. Esta dedicación se refleja en la puntualidad, la preparación y la participación activa en las discusiones. Así, se asegura la continuidad y cohesión del grupo. Sin el compromiso de sus miembros, un grupo Vita pierde su dirección y efectividad.
En Vita, el compromiso no se limita únicamente a nuestras acciones en el grupo, sino que también implica dar lo mejor de nosotros mismos al estar presentes. Esto significa estar físicamente en el grupo y también estar mental y emocionalmente presentes, lo que nos permite generar gran empatía con los demás.
También estamos comprometidos con nuestro crecimiento. Somos responsables de llevar a nuestras vidas aquellos aprendizajes y acciones que nos ayudarán a lograr los objetivos que nos marcamos en nuestro camino de vida.
Comunicación empática
Esta forma de comunicación nos permite conectar de manera profunda. Se basa en el cariño, el respeto y en entender el punto de vista de la otra persona y cómo se siente. Se trata de sintonizar con los demás.
En Vita no se escucha para responder, sino para entender mejor y aportar experiencias que acompañen a la persona que comparte.
Un elemento clave es no dar opiniones ni consejos. Confiando en la capacidad de cada uno para resolver sus propias situaciones, se comparten experiencias similares que ayuden a la reflexión y en su caso a la acción. Esto habilita el desarrollo de la inteligencia emocional y eso permite que tus relaciones sean de mayor calidad.
Liderazgo
El liderazgo en Vita se orienta hacia el servicio a los demás. Se considera una responsabilidad compartida, aunque se centraliza en la figura del moderador. Esta persona, que rota cada año cumpliendo este rol, debe velar por los acuerdos, principios, valores y propósito del grupo, así como cuidar que las reuniones sean de valor, donde todos puedan participar de forma equitativa y se promueva la mejora continua del grupo.
El liderazgo es un catalizador del grupo para que todos se sientan inspirados, comprendidos y apoyados.
Orden
Implica respetar los acuerdos establecidos para asegurar un flujo adecuado de las interacciones. Esto puede incluir seguir un turno de participación, mantener un tema central en las discusiones y evitar interrupciones o desviaciones que puedan dificultar la comprensión y el seguimiento de las conversaciones. Al seguir el orden en un Vita, se fomenta la participación equitativa, se promueve el respeto hacia los demás miembros y se facilita la obtención de valor.
Este principio busca un balance entre la metodología, la agenda y sus fases, los tiempos y una cierta flexibilidad, para lograr reuniones productivas y efectivas.
Generosidad
Es la disposición a ofrecer lo mejor de ti mismo para colaborar con el crecimiento del grupo y cada uno de sus miembros, sin esperar nada a cambio. Es poner tus experiencias al servicio de los demás.
Ser generoso también implica abrirse o practicar el agradecimiento. Un ejemplo sucede cuando una persona del grupo comparte una pérdida de un ser querido. El grupo le brinda el espacio para hacerlo y le apoya, pero también puede ser una gran oportunidad para el grupo para aprender a afrontar algo similar.
Se fomenta con actividades lúdicas, creando un ambiente de confianza y apoyo, profundizando en las emociones, es decir, fortaleciendo el vínculo entre los participantes del grupo Vita.
Diversidad
Es la inclusión de personas con diferentes experiencias, perspectivas y habilidades, lo que enriquece la dinámica del grupo y promueve el aprendizaje mutuo. También es una oportunidad para explorar nuevas ideas y expandir el entendimiento personal y colectivo, al valorar cada contribución como única.
Un grupo Vita diverso en edad, género y procedencia puede abordar retos desde múltiples ángulos, ampliando la perspectiva y generando así soluciones más creativas. De este modo se potencia la innovación y la apertura del grupo y su capacidad para adaptarse a los cambios en un entorno donde todas las voces son escuchadas y respetadas.
Cocreación
Este principio hace referencia a los cimientos del grupo: la visión, el propósito, los valores y los acuerdos compartidos que hacen que el grupo camine en la misma dirección.
Se construyen en las primeras fases y son fundamentales para generar sentido de pertenencia y confianza. Es importante revisarlos al menos una vez al año, o cuando se incorpora un nuevo miembro al grupo, para asegurar que se honran o actualizar lo que sea necesario.
Son las bases sobre las que se sustentará todo lo demás y lo que fomenta la sinergia del grupo.
Mejora continua
Es el compromiso con el desarrollo personal y grupal que procura siempre formas de aprender, adaptarse y crecer a partir de experiencias pasadas. Al ser un ciclo de retroalimentación y ajuste constante, los errores se ven como oportunidades de aprendizaje y se celebra el progreso logrado.
A nivel individual, nos hace responsables de perseguir nuestros objetivos y de llevar lo aprendido en Vita a todos los aspectos de la vida. Y a nivel grupal, se reflexiona acerca del desempeño como grupo en cuanto al valor que obtenemos de las reuniones. De esta forma el crecimiento y la búsqueda de la excelencia están siempre presentes.
Disfrute
Es un principio que reconoce la importancia de encontrar alegría y satisfacción en el proceso de trabajo y colaboración, un entusiasmo compartido y una energía positiva que impulsan la participación y el compromiso de los miembros, a la vez que promueven una actitud positiva.
A través del disfrute se refuerzan los lazos emocionales y el sentido de pertenencia, se potencia el aprendizaje, se promueve la vulnerabilidad, la autenticidad y un sentido del humor respetuoso lo que contribuye al bienestar del grupo. Por eso, es importante celebrar los logros del grupo, tanto grandes como pequeños, y organizar actividades recreativas y retiros que promuevan este principio.
La generación de confianza y sabiduría colectiva
Además de los principios, el éxito de un grupo Vita depende de la confianza, uno de los valores fundamentales del sistema por su capacidad para abrir puertas que conducen a una mayor profundidad en la comunicación y conexión con los demás. Sin ella, los grupos pueden enfrentar dificultades significativas para alcanzar sus objetivos.
La confianza no nace de un día para otro. Se desarrolla a través del tiempo y la aplicación constante de los principios de Vita al fomentar un entorno donde las personas se sienten cómodas al tomar riesgos y compartir sus experiencias.
En Vita la confianza es el cimiento sobre el cual se construye la cohesión y el sentido de pertenencia al grupo.
A través de un entorno de confianza se genera la sabiduría colectiva, ese conocimiento acumulado de experiencias y perspectivas compartidas que brota de la interacción del grupo. La sabiduría colectiva reconoce que ningún individuo tiene todas las respuestas, pero que al reunir las contribuciones de muchas personas diferentes se puede llegar a soluciones más completas y sofisticadas para los problemas que enfrentan los participantes del grupo.
Principios para una transformación poderosa
Los principios de Vita son esenciales para su funcionamiento y éxito, pero trascienden al sistema y llegan a transformar también nuestras vidas. Nos ayudan a establecer una conexión con nosotros mismos y, luego, con los demás, fomentan el aumento de la conciencia y la autoconciencia y nos enseñan lecciones prácticas a partir de situaciones reales.
Llevar estos principios a nuestra vida diaria genera un entorno de confianza, comunicación efectiva y cohesión; contribuye significativamente al desarrollo de la inteligencia emocional —especialmente la empatía—; y mejora nuestras habilidades interpersonales y nuestras relaciones. Además, promueve la responsabilidad y el liderazgo para ser mejores personas y líderes, generando un impacto positivo en nuestro entorno.
Vita nos ayuda a conectar con el pasado, siendo consciente del presente para tomar mejores decisiones en el futuro.